La viña requiere mucha atención y trabajo desde principios de primavera hasta finales de otoño, por eso durante los meses de invierno, tenemos las agendas llenas de ferias de vinos. Los viñerons tienen cierta disponibilidad y tiempo para viajar y atender a todos los curiosos winelovers que vamos de salón en salón.
Uno de éstos salones independientes y con espíritu off, es Simplesmente Vinho Barcelona, que trae los aires frescos del atlántico a la costa mediterránea de la mano de Malena Fabregat y sus socios portugueses, João y Gustavo Roseira, de Quinta do Infantado.
Malena Fabregat es un espíritu libre, combativo y provocadora. Como buena uruguaya, es de conversación larga y profunda, siempre acompañada de un vino único o un te especial, en un local con alma. Malena encuentra esencia en todo lo que se cruza por su camino, y lo transmite con la misma intensidad con la que lo vive.
En el 2000 se instala en Barcelona junto con su compañero Claudio. Dicen que Montevideo y la ciudad Condal tienen un aire similar. Dos ciudades que viven de cara al mar, una ve el amanecer en el Mediterráneo, la otra en el Atlántico. Quizás Simplesmente Vinho Barcelona, sea su manera de unir esos dos mares en un único amanecer, trayendo consigo los vientos del Atlántico al carácter Mediterráneo.
«Los vinos de Portugal se dejan ver en la hospitalidad mediterránea». Así empieza la conversación con Malena.
C.I. ¿Por qué un salón de vinos Atlánticos en Barcelona?
M.F. Siempre tuve la sensación de que Barcelona mira hacia Francia, algo que por otro lado me parece bien ya que es una de las fuentes imprescindibles de la que beber en el mundo del vino. Pero al mirar solo en un sentido, la espalda se estaba haciendo demasiado grande en el otro, inclusive geográficamente, ya que la frontera es inventada. Recitando a Saramago en su libro Viaje a Portugal, dice “imagina un pez que va nadando por el Duero y de pronto entra en el río Douro, ¿tú crees que se entera que pasa del Duero al Douro?”, de ahí mis ganas de romper esa frontera. Y Barcelona, como ciudad cosmopolita, le ha llegado el momento de abrirse a la cultura atlántica, o por lo menos así lo vivo yo.
C.I. ¿Por qué esa inquietud por los vinos de Portugal?
M.F. No hay una explicación concreta, solo sé que me han entrado en el cuerpo de una manera fabulosa, de la misma manera que la ligereza de los vinos del Rousillon o del Loire, o los tintos gallegos… Pero fue puro amor, pura pasión. Hace 7 años fui a Emoción dos Viños en Tui, y allí conocí a todos éstos productores. Fue una cuestión de piel, un golpe de corazón coup de foudre sin razón aparente. También es cierto que en su momento sentí que era un territorio menos hostil para transitar a nivel profesional y me pareció precioso poder abrir ese juego con los vinos de Portugal.
C.I. ¿Cómo son los vinos atlánticos?
M.F. Como dice João Tavares de Piña, son vinos de beber, con el alcohol imprescindible. Hablamos de frescor, de acidez espectacular, con gran capacidad de olvidarte de una botella y recuperarla de aquí un tiempo encontrándote un gran vino muchos años después. Hablamos de puro placer.
C.I. ¿Existe un movimiento de pequeños productores en Portugal?
M.F. Simplesmente Vinho, es un salón creado por João Roseira en Porto hace 5 años. Una fiesta hedonista de encuentro de amigos que hacen vino con un espíritu off de las grandes ferias. Desde el inicio, son el corazón de los productores que en Portugal son raros y diferentes, son muy pocos y tienen que hacer mucha fuerza para darse a conocer. No son profetas en su tierra.
C.I. ¿Qué es Simplesmente Vinho Barcelona?
M.F. Yo traigo Simplesmente Vinho en el 2016 con João y Gustavo Roseira, desarrolladores con los que me encontré en una amistad muy bonita. Son señores del vino. Nos encontramos en el grado de intensidad y de conexión que tenemos con la vida, no es sólo vino, no es un encuentro frío del vino, no es venir y catar. Es un evento en torno a la música, el arte, una catarsis en torno a una selección de viñerons. Ese fue su espíritu y lo traemos a Barcelona.
C.I. Los que vayan a Simplesmente Vinho en la Sagrera ¿qué se van a encontrar?
M.F. Una gran bocanada de aire atlántico y la intención de generar un estado de ánimo de mucho placer, que la gente se vaya con ganas de volver el próximo año. Vamos a recibir con música y con unas cocinas abiertas para que todo el mundo se pueda sentar con los viñerons y compartir con ellos ese momento. El espacio con las mesas, los productores y sus vinos, estará reservado solo para la cata. Entramos en un espacio sagrado, la Sagrera. Para mi, no es casualidad que Simplesmente Vinho se celebre en la Sagrera.
Vamos a romper los límites para tomar contacto con el entusiasmo. Vamos a generar una experiencia positiva en cuanto al consumo decontraido de vino, no tenemos que pasar por ningún ritual, simplemente pasárnoslo bien. Un salón con final feliz porque podrás comprar los vinos del salón en la tienda que habilitamos.
C.I. ¿Qué es el vino para ti?
M.F. Es un placer en sí y es la más poderosa herramienta de comunicación afectiva que he encontrado. El vino es conexión.
Simplesmente Vinho Barcelona
Nau Bostik Carrer Ferran Turné, 11
Cata de 15:00h a 20:00h y barra non stop de música, comida y rock&roll: hasta las 22:00
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