Les Affranchis y Le vin de mes Amis, nos vamos de feria

By 30 enero, 2014 Catas, Ferias No Comments

Les Affranchis y Le vin de mes Amis

Enero y febrero son dos meses para disfrutar de las ferias de vinos naturales más interesantes en Francia.

Los productores tienen algo más de tiempo mientras la viña está invernando y es un buen momento para presentar las nuevas añadas, todo esto en un ambiente de festividad, fuera de cualquier snobismo que generalmente se relaciona con el mundo del vino. Las botellas van y vienen de una mesa a otra, todos los que están allí comparten sus vinos, sus experiencias, se abrazan, ríen, critican y sobre todo disfrutan abriendo sus mejores vinos en la cena de cierre de la feria a la que también están invitados los asistentes; momento en el que se estrechan las relaciones con todos ellos.

El pasado lunes 27 me escapé a Montpellier a primera hora, a eso de las 7.00 de la mañana para volver a casa sobre las 22.00. Son muchas horas, es cansado, la boca acaba bastante tocada con la acidez de los vinos y aunque lleves libreta y lápiz, después de catar unos 60 vinos, el agotamiento, por lo menos para mi, es casi total y es entonces cuando das vueltas por las mesas, preguntas a los conocidos qué han catado que les haya sorprendido y ya casi al final, muchos sacan sus reliquias de debajo de la mesa, añadas viejas, magnums de su reserva particular, algún experimento… y si tienes la suerte de acercarte a la mesa en uno de esos momentos, el final de feria es entonces, simplemente, un festival.

Probé y disfruté muchos vinos que quiero compartir con vosotros. No voy ha hacer notas de cata al uso, mi intención es daros una pequeña pincelada de los que allí estaban.

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Michel Favard compartiendo con Montse Molla, de productor a productora. En Les Affranchis

Michel Favard, Château Meylet, uno de los poquísimos productores de vino natural en Saint-Émilion presentando su único y espectacular vino, Esperit Meylet 2010, Saint-Émilion Gran Cru, del que produce únicamente 5.000 botellas.

Michel es un hombre tranquilo, amable, que te señala en un mapa ya bastante trotado dónde está exactamente su domaine, su casa, sus 2 has. que trabaja en biodinámica desde 1987.

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Emile Hérédia dando a probar sus vinos del Domaine des Dimanches. En les Affranchis

Emile Héréida es un viticultor en continuo viaje entre Languedoc y el Valle del Loira (lugar de origen), entre sus dos domaines que trabaja de igual manera, sin intervencionismo, acompañando con el mismo cariño al Pineau d’Aunis y la Chenin en su Domaine de Montrieux que a la Cinsault, Mourvedre y Clairette en el Domaine des Dimanches, además del proyecto que tiene en Chile junto a Vincent Wallard.

Sus vinos son intensos, frescos, florales y trabaja magníficamente las burbujas en su Clair de Bulles de método ancestral.

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El dibujo a mano de Noëlla Morantin representa un corazón con unos tulipanes que salen de él. Les Affranchis

Los vinos del Valle del Loira de Noëlla Morantin son un vivo reflejo de ella, elegantes, sutiles, finos, limpios, expresivos y rústicos a la vez, igual que ella con su expresión dulce, tiene unas manos que le delatan el trabajo intenso de ésta mujer en sus 10 has. de viña (demasiadas según ella) de Chardonnay, Sauvignon Blanc, Gamay y Côt que trabaja en biodinámica desde 2008.

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Isabelle Chossart del Domaine Jolly-Ferriol, la alegría de la feria. Les Affranchis

Los elaboradores siempre te sirven y atienden con paciencia, te explican todas tus dudas, te vuelven a dar a probar y te saludan si te los encuentras por los pasillos, pero si además te sonríen, te hacen reír, te transmiten una alegría natural y honesta y se despiden de ti llamándote por tu nombre… ¡te enamoran al momento! Isabelle y Jean-Luc son de éste tipo de personas y como no podía ser de otra manera, sus vinos también te hacen sonreír.

Sus rancios muy viejos, espectaculares, también nos hablan de su gran paciencia, la misma que tuvo conmigo para entender y contestar todas mis preguntas en mi francés de principiante.

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Maxime Magnon en Le vin de mes amis.

Los vinos de Maxime Magnon, de Corbières, son el reflejo de las variedades mediterráneas por excelencia, garnacha, cariñena, mouvedre, macabeo y muscat, con expresión intensa y frutosa que no te deja indiferente.

Existe un movimiento de jóvenes  intrépidos que buscan viñas más económicas en el sur, ya que en su lugar de origen, en el caso de Maxime, la Borgoña, son impagables y nosotros tenemos la suerte de que lo hayan hecho.

Su vino blanco Le Bégou 2011 magnum… impresionante, fue mi último vino de la feria y me dejó, después de haber catado más de 100 vinos, un muy buen sabor de boca.

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Vinos de Bernard y Myriam Plageoles en Le vin de mes amis.

Con los vinos de Domaine Plageoles de Gaillac tenemos la oportunidad de probar variedades de uva históricas que han ido recuperando, dando además un valor añadido a su trabajo con la conservación ampelográfica.

Mauzac, Ondenc, Prunelart, Braucol… son un ejemplo de la inmensa variedad de uvas de las que no tenemos ni la más remota idea y que gracias a gente implicada en su recuperación, podemos llegar a beber.

Como he dicho al principio, ésta ha sido una pincelada muy muy sutil de lo que allí había y del ambiente que se vivía, pero todavía me quedan 4 ferias más éste próximo mes de febrero: Les Pénitentes, La Renaissance, Les Vins Anonymes y la Dive Bouteille, todas en el Valle del Loira, y allí que me voy el próximo viernes.

To be continued…

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