Orange wine es ya una realidad en los colores del vino, podemos ir hablando tranquilamente de vinos tintos, blancos, rosados y naranjas (me gusta más orange) en todas sus versiones, tranquilos, espumosos, dulces y licorosos.
Orange Wine es un término que empezó a utilizar David Harvey en 2004, un comerciante de vino inglés que centró sus referencias en aquellos vinos auténticos de pequeñas producciones y fuera de las vías comerciales más industriales, ni siquiera los propios productores sabían como definir sus vinos y tal como dice David «… desde que usamos colores para todos los demás, parece obvio, porque esto es lo que es, naranja» (extraído del libro Natural Wine de Isabelle Legeron MW. CICO Books 2014)
Orange Wine son aquellos vinos procedentes de uva blanca que han pasado un tiempo de maceración con las pieles, pueden estar en contacto desde días hasta meses sin control de temperatura, porque con control de temperatura a unos 20ºC, no se extrae el color de las pieles y el vino queda totalmente transparente.
El Orange Wine, no solo debe su nombre por su color, sino también por lo que notamos en boca, son vinos estructurados, tánicos, con volumen y ricos en sabores inesperados, lejos de los tópicos de la cata de un vino blanco, en boca se acercaría más a un tinto. Son vinos con gran capacidad de envejecimiento que se suavizan los taninos, su complejidad se hace amable y su versatilidad para acompañar platos es muy amplia.
Orange wine tiene su máxima representación, su origen y su tradición en Georgia dónde desde hace años los elaboran criados en «qvevri» (tinaja, ánfora), un recipiente cada vez más utilizado por productores de muchos países, Italia, España, Francia… encontramos fácilmente ejemplos de éstos vinos. La tinaja es un recipiente que protege al vino de la oxidación durante la maceración o crianza, sin aportar sabores como sí lo hacen las maderas y mantienen la temperatura de manera natural, pueden enterrarse para asegurar la temperatura y la humedad.
Volviendo al color Orange, la mayor representación de éstos vinos la encontramos en productores de vino natural que buscan proteger sus vinos sin aditivos químicos, con pequeñas, mínimas dosis o sin sulfuroso añadido. El color no debemos relacionarlo con una posible oxidación del vino o con el envejecimiento, encontramos Orange Wines jóvenes que si no estamos acostumbrados a catarlos, nos descolocan al segundo, pero nos atrapan y pueden llegar a ser ¡adictivos!; la riqueza de aromas, la evolución en la copa, la estructura y sedosidad sorprendente en boca, los hace inolvidables y únicos, ¡me declaro fan de los Orange Wines!
Aquí os dejo algunos ejemplos y fotos de productores de Orange Wine y que he podido catar:
Fabio Bartolomei – Vinos Ambiz (Madrid)
Rafa Bernabé – Viñedos Culturales y Bodegas Bernabé Navarro (Valencia)
Josep Mitjans – Loxarel (Penedès)
Manuel Valenzuela – Barranco Oscuro (Granada)
Alfredo Maestro Tejero – (Ribera del Duero)
Samuel Cano – Vinos Patio (Cuenca)
Elisabetta Foradori (Trentino, Italia)
Elena Pantaleoni – La Stoppa (Plascencia, Italia)
Giuilio Armani – Denavolo (Emilia-Romagna, Italia)
Stefano Bellotti – Cascina degli Ulivi (Alexandría, Italia)
Frank Cornelissen (Sicilia, Italia)
Angiolino Maule – La Biancara (Vicenza, Italia)
Radikon (Friuli, Italia)
Ernesto Cattel – Costadilà (Veneto, Italia)
Pierre Overnoy (Jura, Francia)
Sébastien Dervieux – Les Griottes (Anjou, Francia)
Julien Peyras (Languedoc)
Gérald Stanley – Le Soula (Rousillon, Francia)
Leon Barral (Faugères, Francia)
Iago Bitarishvili (Mukhrani valley, Georgia)
Pheasants’ Tears (Sighnaghi, Georgia)
Craig Hawkins – Testalonga (Swartland, South Africa)
Orange wine, para gustos… ¡colores! Salud